martes, 15 de julio de 2014

ay negro, que ganas de conocerte, y que me conozcas. que ganas de enamorarme de ti y que te derritas por mi; ay negro, me muero por que me encantes con tu sonrisa de cabro chico revoltoso, y me muero por encantarte con alguna canción ke te toque en la guitarra, mirándote fijo a esos ojos chinos y negros, tan negros... ay negro. que ganas de que entres en mi vida para revolverla un ratito. sé que andai viajando todavía por el universo, que vay a llegar cuando sea la hora, que por mi cama tienen que pasar todavía tantos amores, antes de que sea definitivamente tuya, de tu voz ronca, de tus brazos fuertes, de tu care'indio, de tu corazón de niño, de tu boca perdida en la mía; ay negro, que ganas de que me mires y me ames. que ganas de mirarte y amarte. que ganas que llegue ese momento de entender que ya no vale la pena seguir buscando, porque negro lindo, ya nos habremos entregado inevitablemente a la imperfección del amor, la complementación de nuestras diferencias esenciales. ay negro, ay compañero de mis noches, mis días, mis ferias, mis secretos, mis almuerzos domingueros, mis carretes de cuneta, mis guerras, mi humor negro como tus manos que me empujan a sumergirme en la locura. ay negro, pasarán tantos antes de ti, pero yo sé que el día que te tenga aquí entre mis brazos, entre mis piernas, entre mis pensamientos y mis conversaciones, nos vamos a sonreir sabiendo qué nos espera. yapo, no te demorí tanto porfi. 

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